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Leyenda De La Danza De Los Diablos
En el pueblo de Urpay se cuenta que en una de las pampas del extenso potrero del distrito de Urpay, un lugar, por cierto, bastante desolado, solía haber fuertes vientos al atardecer. Según el testimonio de las personas que llegaron a esas horas al sitio, desde ahí se puede apreciar, nada más y nada menos, que el asombroso baile de los diablos. Cuentan además que las personas que por descuido se dejan ver por los diablos, son atrapadas y devoradas por éstos, mientras siguen con sus rituales tenebrosos. La pampa está ubicada a los pies del distrito de Urpay, rodeado de varios altos. Casualmente al escuchar estos relatos de la gente lugareña, las personas desistían de pasar por ese lugar a esas horas, ya que era muy pesado y terrorífico.No pasó lo mismo con un grupo de cinco jóvenes estudiantes que cuestionaban estos rumores y decidieron valientemente asistir al lugar a la hora indicada, para demostrar a los pobladores que no eran ciertos. Cuando llegaron a la primera loma, tomaron sus precauciones y se escondieron. De pronto escucharon tres campanadas, que hicieron eco entre los cerros y los hizo temblar de miedo. Ni bien dejaron de sonar las campanas, empezaron a salir demonios de todas partes, dando gritos espeluznantes, desde debajo de las piedras, desde los troncos, desde las quebradas, desde las cuevas, desde las montañas, desde los puquios, desde las cataratas; otros se aproximaban por los caminos convertidos en remolinos, causando vientos helados, todos en dirección a la pampa. Los cinco estudiantes atemorizados por lo que veían, no podían ni moverse del susto. Cuando todos los diablos estuvieron reunidos en la pampa, hicieron un círculo grande, y comenzaron a proferir palabras ininteligibles. De pronto se oyó una melodía que salía de una quebrada, y aparecieron un grupo de duendes pequeños, con arpas, flautas, panderetas, maracas y cajas de cuero. Estos pequeños hombrecitos, tenían una vestimenta muy colorida precisa como para una fiesta. Al son de la música que tocaban los diablos, danzaban, formando círculo. En el centro un diablo con cara de chivo y cuernos enormes recibía ofrendas, montañas de oro que iluminaban el lugar. Uno de los estudiantes al ver el oro perdió todo el miedo y dijo: "Acerquémonos más, si logramos asustarlos podríamos hacernos ricos.". Los demás, cegados por su ambición aceptaron, pero el más pequeño del grupo desistió y dijo que era muy peligroso y que prefería quedarse en el escondite. Los demás estudiantes decididos y olvidando las recomendaciones que les habían hecho los lugareños, se deslizaron con cautela desde la pequeña loma a la pampa y de muy corta distancia apreciaron la danza exótica de los diablos. Repentinamente, la melodía se interrumpió, y los diablos empezaron a murmurar. Los cuatro estudiantes que habían bajado, se habían acercado mucho y los diablos se dieron cuenta que alguien los espiaba. Cuando la melodía de los duendes cesó, los diablos a toda carrera comenzaron a perseguir a los intrusos. Los estudiantes al percatarse de lo que ocurría huyeron despavoridos pero cada vez que querían dar un paso hacia adelante, retrocedían. Y no pudieron escapar. Sólo el que se había quedado refugiado detrás de la loma se salvó. Luego de que sus compañeros se fueron había corrido hasta llegar a un lugar transitable y había encontrado a un anciano que le prestó ayuda.Cuando volvió al pueblo con el anciano, el estudiante les contó lo que había sucedido y a pesar de que al día siguiente por la mañana lo acompañaron a buscar a sus compañeros, no los encontraron. El joven que se salvó, comenzó a presentar pronto problemas mentales y murió tres meses después. Se cuenta que los estudiantes forman ahora parte de la danza de los diablos y que de vez en cuando, a las personas que pasan por allí, se les acercan y los invitan a su gran fiesta. Los que no están advertidos aceptan y nunca más se les vuelve a ver.