Festividad Del Señor De Locumba

Festividad Del Señor De Locumba
Con un mes de anticipación, el párroco de Locumba, encargado de la organización, junto con el apoyo de la Municipalidad Provincial de Jorge Basadre, convoca a las autoridades políticas, civiles y militares para organizar comisiones que se encargarán del desarrollo de las actividades festivas y de los recursos necesarios para atender al gran flujo de visitantes que llegará al distrito. El 12 de setiembre, empieza una peregrinación desde Tacna (son casi 100 kilómetros), que congrega a creyentes de otras partes de la región. Ellos caminan durante casi un día entero (22 horas aproximadamente, con paradas) y llevan ofrendas (velas, flores, alimentos, joyería), objetos e imágenes religiosas, hasta llegar al Altar El Calvario, situado antes del santuario. A partir de ese punto, los fieles continúan su trayecto de rodillas o, literalmente, a rastras por el suelo, en señal de su absoluta devoción, hasta el hogar donde espera el Señor de Locumba.Junto con este peregrinaje, se realizan actividades turísticas en la zona, como venta de artesanías, dulces y degustación de platos locales. La danza y la música típica también se hacen presentes.En este lugar apacible, cada 14 de septiembre, día central, llegan miles de fieles devotos que reverentes se posan ante el milagroso Cristo del Palmar y ante las divinas plantas del Hijo de Dios, la mayoría de las veces en gratitud por algún milagro recibido y otros en busca de alivio para su espíritu o a algún mal físico que los aqueja. En este día, la aglomeración de peregrinos, convierte a Villa Locumba en su Santuario de tradición religiosa que consta de llevar agua bendita y/o alguna imagen del Señor de Locumba, la práctica del sacramento de la reconciliación, la celebración de la Eucaristía que se desarrolla al promediar las 11 de la mañana, seguida de la procesión por las principales calles, con el acompañamiento de la banda de músicos y los fieles devotos que piden una bendición.En 1776, el sacerdote Clemente Antonio de Arellano, obtuvo una indulgencia plenaria de su santidad Pío VI, para fijar con fecha de festividad el 14 de septiembre en homenaje a la imagen de Jesús Crucificado, llamado desde entonces Señor de Locumba.Durante más de 200 años, ha generado numerosos viajeros motivados por la actividad religiosa del lugar, llegando a tener carácter internacional, ya que los visitantes provienen de países como Chile y Bolivia. La celebración es reconocida y de importancia para el turismo, por ser una muestra de devoción religiosa multitudinaria, referente de la cultura e identidad local. Asimismo, destaca la elaboración de diversos platos típicos, tales como el adobo de cerdo, el picante a la tacneña, el cuy chactado, las roscas o coronas de Cristo, el cuaresmillo y los alfajores.