Complejo Arqueológico De Sillustani

Complejo Arqueológico De Sillustani
Construido en el siglo XIII por la civilización Colla, quienes ocupaban esta región antes de la dominación Inca, el complejo Arqueológico de Sillustani, es un centro funerario conformado por 91 torres funerarias, de diferentes dimensiones y características, según el periodo en el que fueron construidos, el tipo de estructura, tamaño, acabado y ornamentación, ocupa un área de 60 hectáreas aprox., el espacio está distribuido en: El sector funerario, sobre la explanada, es el mayor de todos, allí se encuentran la mayor cantidad de chullpas. En las laderas de la explanada se hallan conjuntos de terrazas con material superficial. El espacio donde se realizaba el ritual vinculado a la función funeraria, presenta restos de estructuras que fueron espacios donde se realizaban ceremonias, tal es el caso de los círculos solares o intiwatanas, los monolitos tipo huacas, el Baño del Inca y la escalinata de acceso.Fueron construidas sobre una península donde se constituyen las principales edificaciones arqueológicas, en sus laderas presenta corrales, terrazas arqueológicas y quilcas, ubicadas en los muros y bases de las chullpas, en los bloques y afloramientos de roca distribuidos en la parte superior de la península, desde donde se aprecia la laguna Umayo.Las chullpas de Sillustani, conocidas entre las más grandes y mejor elaboradas de todo el altiplano, se distinguen en tres tipos: Chullpas con aparejo de bloques labrados, tienen superficies uniformes y pulidas o almohadilladas, no usan argamasa ni ripio, la planta puede ser circular o cuadrangular. Chullpas de mampostería irregular, con bloques de piedra sin labrar, dispuestas en hiladas discontinuas y unidas con argamasa de barro, que formo parte de la cultura Colla (periodo Altiplano) y Chullpas con revoque de barro (caolinita).Según los cronistas, antes de que los cadáveres de las máximas autoridades Colla sean ubicados en las tumbas, estos eran momificados en posición fetal. Estas autoridades eran las más representativas del imperio, junto a sus cuerpos se ubicaban sus pertenencias, lo cual se hacía para mantener, con el paso del tiempo, el respeto por las mismas autoridades y todo lo que los había caracterizado durante su periodo de gobierno, pues creían en la reencarnación, algunos incluían objetos de oro y plata, alimentos o utensilios de cerámica.La más conocida, la chullpa del Lagarto, llamada así debido a la presencia de un lagarto tallado en la fachada de uno de los bloques de piedra, este reptil que abunda en la zona y que los antiguos pobladores lo consideraban símbolo de vida por tener el poder de regenerar su cola. Esta es la más representativa de la cultura, es la más notoria, con una elevación de 12 metros de altura y un diámetro de base de 7,17 metros. Cada chullpa tiene una entrada siempre dirigida hacia el este, que servía para que el difunto se comunique directamente con el Dios Sol, esta entrada es bastante pequeña, por lo que se cree que el fardo funerario o momia era introducida primero a la bóveda y luego esta se cerraba con piedras que encajan perfectamente. Al rededor se aprecia evidencia arqueológica, mueble, restos de cerámica en superficie y líticos, materiales constructivos para los edificios o restos de las mismas edificaciones a modo de rampas. Toda la ocupación arqueológica ha atravesado al menos tres grandes periodos culturales, que van desde la época Tiwanaku, hasta el Collasuyo. Arquitectónicamente, los edificios corresponden a patrones funerarios: Colla, Sillustani y Cusco, los que se destacan por su característica Inca. Fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2003 por el Instituto Nacional de Cultura.