Carnaval Huaracino

Carnaval Huaracino
El Carnaval Huaracino es un evento que une a toda la población huaracina y propicia un ambiente de mucha diversión y jolgorio. Siendo este una expresión genuina y popular de la capital ancashina y se celebran al compás de roncadoras y al son de huaynos y chuscadas. El carnaval se inicia con un multicolor pasacalle de danzas y estampas costumbristas, donde se lucen vistosas máscaras y se escenifica la entrada, el velorio y el entierro del ÑO Carnavalón, en cuyas representaciones se satirizan a la sociedad en su conjunto. Es una fiesta de pueblo, que contribuyó, en algún momento, al desarrollo social de Huaraz, como un mecanismo de integración barrial y un espacio cultural muy importante; para fortalecer nuestra identidad y el amor al patrimonio cultural de Huaraz. Gracias al trabajo de los barrios; el tradicional Carnaval Huaracino, sigue vigente, y cada año es una nueva oportunidad, para mostrar nuestros diversos valores culturales. Carnaval en el que destaca el rompe calle, que muestra lo mejor de los trajes típicos, comida y costumbres populares. La elección de la reina y la Shipash del carnaval, quienes son anfitrionas en el corso de carros alegóricos. El martes guerra, coincide con el encuentro de cruces, que a pesar de ser una actividad religiosa, se une al juego de agua, pintura y baile. La entrada del rey momo, la lectura de bandos y entierro, representa la sátira respecto al actuar de las personalidades más representativas. Cabe recordar que el origen de este carnaval, característico de nuestra Región, está en el Pukllay, festividad en homenaje a la Pachamama y a la Saramama (madre de maíz). Con mucho jolgorio, se colgaban mazorcas de maíz, a las ramas de un sauce y se bailaba alrededor, para asegurar buena cosecha en los años venideros. Esta costumbre es el antecedente de nuestro cortamonte o huachihualito: Como símbolo de unidad urbano-rural, se lleva el árbol de capulí, del campo a la ciudad y se le “viste” con frutas, globos y serpentinas, para simbolizar la abundancia. Las parejas bailan a su alrededor y tumbado el árbol, todos se abalanzan a recoger los objetos que se colgaron al árbol, para disfrutar equitativamente la cosecha. Igual, el Tzampi o tablada triangular, con collares de frutas, guaguas de pan, licores y hasta billetes, es paseado con alborozo, por la prosperidad adquirida. Además, el árbol de carnaval representa los tres planos de la cosmovisión andina: Las raíces pertenecen al Uku Pacha o mundo de abajo, el tronco es el Kay Pacha o mundo de aquí y las ramas son el Hanan Pacha o mundo de arriba. Para demostrar responsabilidad ecológica, en años anteriores se inició la campaña de plantación árboles de capulí, para reemplazar a los cortados y evitar la extinción de esta especie. Otra costumbre de nuestro carnaval es el “martes guerra”; siendo una guerra a base de agua, pintura y talco, sin pandillaje, cuidando de no malograr el ornato de la ciudad. Con el jueves Mutsaqui se recupera el ORDEN y se da inicio a la Cuaresma. El pueblo arrepentido de los excesos, acude a besar los pies del Señor de la Soledad.